Por Fausto Triana
Madrid, 26 oct (Prensa Latina) Una buhardilla de Montmartre en París tenía a Pablo Picasso entre sus inquilinos a inicios del siglo XX y desde entonces, su historia se engrandeció como para que hoy España lo venere.
En la cumbre de los maestros de las artes plásticas de todos los tiempos, Picasso marcaría un antes y un después en París, aunque siempre se consideró «el más español de los franceses» y jamás olvidó sus raíces malagueñas.
Bajo estas premisas, España se prepara desde ahora para lo que será El Año de Picasso en 2023, cuando se cumplirán 50 años de su fallecimiento y el 140 aniversario del natalicio del autor del célebre Guernika.
Pablo Diego Francisco de Paula Nepomuceno Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso (1881-1973) tendrá exposiciones, coloquios, seminarios y productos audiovisuales, con una Comisión Nacional que dio el pistoletazo de arrancada.
En un acto en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, encabezado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y con el auspicio del Ministerio de Cultura, los organizadores destacaron la dimensión internacional del evento.
Fue en el Bateu Lavoir de Montmartre (barco lavadero, bautizado así por el propio Picasso), donde el artista pintó Las señoritas de Avignon, considerado el punto de partida del cubismo.
Años más tarde, en plena madurez de su carrera, en su taller del número 7 de la rue des Grands-Augustins, en París, fue donde concibió Guernika de mayo a junio de 1937, horrorizado por los bombardeos de la Legión Cóndor alemana nazi y la Aviación Legionaria italiana al pequeño poblado del País Vasco.
El Museo Nacional del Prado, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Museo Picasso de Málaga, Museo Guggenheim Bilbao o Museo Picasso de Barcelona acogerán exposiciones temporales en homenaje al insigne artista.
Picasso desarrolló buena parte de sus obras en Francia, donde se radicó en un primer momento atraído por el boom cultural de la Ciudad Luz, pero después y sobre todo en rechazo al franquismo.
Por esta razón, Guernika estuvo expuesto durante 44 años en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) por expreso deseo de su autor, que rechazó tenerlo en España mientras perdurara la dictadura de Franco.
Regresó a la nación ibérica el 10 de septiembre de 1981 para ser exhibido en el Reina Sofía, donde permanece.
España y Francia trabajarán de manera conjunta «con el fin de sumar esfuerzos y facilitar que un gran número de exposiciones, coloquios, seminarios y productos audiovisuales que aborden aspectos menos conocidos de su obra y actualicen la valoración y apreciación de la misma para las actuales generaciones de público».
Considerado un creador prolífico, comprometido y de gran influencia en las artes plásticas, su impronta del cubismo convirtió su influencia en imprescindible en esa época y referencia mundial, incluso para los pintores actuales.